El dolor con el que estás luchando y los sentimientos de incomodidad son reales, pero tu curación no vendrá de ti enfocándote en tu condición. Hoy oramos para que alejes tus ojos de lo que puedes ver y sentir, y elijas mantener la mirada en Jesús y en Su obra terminada en la cruz. Él llevó el castigo requerido para su bienestar y llevó las llagas para su curación (vea Isaías 53: 4 AMP).
Ya sea que esté participando de la Sagrada Comunión o orando por sanidad, hágalo en recuerdo no de su dolor o condición, sino hágalo en recuerdo de Jesús y todo lo que Él ha hecho por usted en la cruz. Cuando elijas fijar tus ojos en Él, te pedimos que permitas que la verdad de que Jesús ya ha pagado por tu sanidad se hunda en tu corazón.
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