Dios nunca requirió que nadie hiciera un milagro, solo comenzaba uno. Con demasiada frecuencia, vemos lo que tenemos como insignificante y no podemos ver cómo puede ayudar. A Dios no le faltan recursos. Le gusta compartir con sus hijos. La naturaleza de Dios es aumentar. Solo necesita un recipiente para trabajar. "Dame ese almuerzo, pequeño, y te mostraré un milagro". "Primero hornéame un poco de pastel y tu barril de comida nunca se agotará y tu base de aceite nunca se secará". Dios dice: "Pon algo en mi mano como un vehículo para mostrar mi poder". ¿Estás sentado esperando tu milagro? |
No comments:
Post a Comment