Recuerda El Poder de La Alabanza. Empápate de las Escrituras. Tu mente es como la tierra. Germinará cualquier Semilla que siembres en ella, buena o mala. Cuando siembras palabras habladas por Dios a tu mente, estás sembrando energía, vida, luz y esperanza en ti mismo. Su Palabra es como una vacuna espiritual que despoja a satanás de su poder contra tu vida.
“Si Tu ley no hubiese sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiera perecido”, (Salmos 119:92).
“La ley de su Dios está en su corazón; por tanto, sus pies no resbalarán”, (Salmos 37:31).
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